Tomás Rivera Morales es Maso Rivera. Nació el 13 de
noviembre de 1927; en el barrio “Galateos” de Toa Alta, Puerto Rico. Sus padres fueron gente
buena, pobre, y humilde. Estudió
hasta sexto grado porque su padre lo sacó de la escuela para
ayudar en las tareas del campo,
como siembra, desyerbo y cosecho de frutas y vegetales. Por la mañana, aprovechaba las brisas frescas de la mañana, para trabajar en el campo con su padre, y por las
tardes ayudaba a su mama en el negocio de la artesanía. Su madre fue la que le inculcó que aprendiera
a tocar el instrumento del cuatro. Lo aprendió de oído. A la edad de 11 años, ya era todo un músico del cuatro.
Aprendió
a ganarse la vida tocando parrandas, fiestas y velorios, y llevando serenatas
en su pueblo natal. Tocaba por un racimo de guineos verdes o por una compra de
viandas, las cuales llevaba raudo y veloz a su señora madre. Así fue escalando fama hasta que lo conoció
Don Rafael Quiñones
Vidal, quien lo llevó
a la televisión, al Programa Tarima del Arte. Don Chuíto (El de Bayamón) andaba buscando un músico que lo
acompañara en
el segmento del “Show de las Doce”, donde él cantaba música jibara junto a otros intérpretes de
nuestra amada isleña
música. En ese segmento cantaba también Toñín Romero y Julio Otero (Mi padre). Julio Otero, se
encargaba de la música Jibara, y las controversias con Chuíto, mientras que Toñín Romero cantaba “Las plenas Jibaras”. Mi padre
componía sus propias canciones y era bueno en la controversia.
Un
día mi padre se cansó
de que el pago que le daban era un insulto en forma de racimo de guineos y se
las cantó así
mismo a los anfitriones que eran Paquito Cordero y la demás administración. Con
mi padre se fueron Maso Rivera y Toñín Romero, pues el pago en el racimo de guineos, como
pago para gasto en pasaje y gasolina para ir a cantar no compensaba el
sacrificio. Maso Rivera tenía otros proyectos
en mente y llegó hasta
la casa de mi padre para que siguiera cantando con él en un programa que
saldría al aire en el canal 7 de Ponce, y se llamó “Los Jibaros de la Montaña”. Mi padre ya estaba “caliente” con mi madre quien
le recordaba insistentemente que desistiera de ser cantante de televisión. Mi
padre desistió de la idea de ser cantante, pero se convirtió en el “compositor”
de Maso Rivera. Suyas son las canciones el “Conejo listo”, “Cantándole a La
Virgen”, “Los Tres Huerfanitos” y muchas
más, como “La Virgen Lloraba” que fueron
éxitos de Maso Rivera con “El Indio De Bayamón”
.
A
mediados de la década de los 80’s Maso Rivera lanzó un disco de larga duración, Lp, donde “Homenajeaba”
la labor de mi padre como compositor, y el Lp se llamó “Homenaje a Julio Santuchi Otero”. Por alguna razón,
cometieron el error de intercambiar los apellidos de mi padre. El disco incluyó doce (12) selecciones de los números que Maso Rivera
pegó con
las composiciones de la música de mi padre. Para muestra un botón, y yo tengo copia del disco por si lo
dudan.
Maso
Rivera se convirtió en un distinguido cuatrista puertorriqueño, compositor, artesano y maestro de música jibara. Aprendió
a cobrar bien por su trabajo. Por sus
manos pasaron más de 2,000 estudiantes de música jibara, y formó buenos músicos. Dedicó gran parte de su vida a promover la música jibara y
los valores del jibaro puertorriqueño. También enseñó sobre la tradición campesina, así como promovió los
instrumentos campesinos tradicionales. Fabricó un cuatro de una dita, hizo güiros, e hizo y promovió
la artesanía de cuatros puertorriqueños.
Para
demostrar su habilidad con el cuatro, hizo un cuatro pequeño, tan pequeño que le cabía en su mano. El detalle no es que haya
hecho un cuatro pequeño,
el detalle importante fue, hacerlo pequeño, y sacarle
música y que sonara bien.
Fue
un “monstruo” en el detalle de la música campesina, y nunca intento fusionar la
música campesina con otros ritmos, se mantuvo fiel a la música típica
puertorriqueña hasta
el fin de sus días. El único de los cuatro, en no fusionar la música típica
campesina fue él. Los
demás Nieves Quintero, Yomo Toro y Ladislao Ladi, fusionaron nuestra música con
otros ritmos, y actualmente se está haciendo porque Edwin Colon Zayas, Pedrito Guzmán
y Prodigio, fusionan el género buscando nuevos ritmos.
Falleció
a la edad de 74 años,
el 4 de febrero de 2001, dejando un gran
legado en música campesina y sus estudiantes para que nos interpretaran nuestro
folklore. Al año siguiente, el Senado de
Puerto Rico declaró el 17 de noviembre de cada año como el “Día del Cuatro
Puertorriqueño y de don Tomás Rivera Morales (Maso).
Aún con ese reconocimiento hay muchas maestras escolares que no saben quien fue
“Maso Rivera”. y mucho menos quien fue Tomas Rivera Morales En la semana de la
Puertorriqueñidad se debe hablar más sobre este “Jibarito” que nos llenó de
alegría por un racimo de guineos. Entiendo que el acto de mi padre fue uno
donde se dio a respetar y como “jibaro” dio a respetar los valores de nuestro
folklore. Gracias a Dios, Toñín Romero y Maso Rivera le siguieron los pasos y
se dieron a respetar. Hay que honrar la
memoria de esos jibaros, como hay que honrar las figuras de Victoria Sanabria,
Odilio González, Flora Irma Santiago, Andrés Jiménez y Luz Celenia Tirado,
todos ellos son baluartes de nuestro folklore.
¡Denunciemos
enérgicamente los abusos de los auspiciadores de la música jibara, llámense
como se llamen! ¡Maso Rivera es Orgullo Boricua!
¡Tu discoteca está
incompleta si no tienes un disco de Maso Rivera en ella!
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Edwin Otero Otero
Sra. Fany Avila Fereira Editora de la columna.