Ladislao Martínez Otero



Ladislao Martínez Otero, es el maestro Ladi. Nació un 27 de junio de 1898 en Vega Alta, Puerto Rico. Temprano en su juventud comenzó sus pininos en la música como guitarrista con su hermano, Encarnación. Luego se fue enamorando del sonido del cuatro y le dio rienda suelta al llamado del cuatro. Ya era todo un cuatrista, cuando emigró a San Juan a los 21 años. Como caballero al fin, llegó a San Juan vestido todo de blanco de pies hasta la cabeza, dispuesto a conquistar la capital con su instrumento y su música. En el año 1922, fue el primer cuatrista en exponer musicalmente ese instrumento en la radio puertorriqueña, y fue en la inauguración de la emisora radial WKAQ, la quinta emisora en el mundo y la segunda en América latina, cuando lo contrataron para amenizar la apertura de la emisora.  Ellos sabían que no era ningún pelele el músico que contrataron.

Ladi fue el tronco de todos esos músicos que sonaron después de él. Ladi fue el motor y el causante de la transición del instrumento de cuatro cuerdas y hasta ocho cuerdas al cuatro de 10 cuerdas. Ladi fusionó los géneros de bossa-nova y rock, polka  mazurcas con los géneros suramericanos y engendró el hecho de escuchar dos y hasta tres cuatros al unísono y en armonía. Fue compositor de 1,500 melodías creadas para ejecutarse en el cuatro de 10 cuerdas, melodías de danzas, aguinaldos, mazurcas, polkas, bossa-nova y hasta rock. Compuso 450 melodías de música popular que fue interpretada en su Trío Aurora, y Conjunto Típico Ladi. Fue un innovador en todo el sentido de la palabra y sacó al cuatro del estancamiento en que se encontraba. A él le debemos el sitial que tiene nuestro cuatro puertorriqueño. Sus innovaciones fueron positivas para el cuatro puertorriqueño.

Fue un genio del cuatro y pensar que su música no fue bien valorada  en sus tiempos, pues le pagaban $1.50 y hasta $2.00 dólares por amenizar una fiesta. Hubo ocasiones en que su padre tuvo que presentarse en las actividades que amenizaba su hijo para que le pagaran. Esos jibaritos de antes no se andaban con cuentos, daban un planazo de machete bien amolao y aparecía el billete porque aparecía.
Es un hecho que el puertorriqueño no valora la música típica puertorriqueña, como si lo nuestro fuera lo peor. Prefieren pagar tres mil dólares por una banda de rock, o de “merengues” a principiantes a pagar a un grupo de músicos puertorriqueños que nos amenicen una actividad con aguinaldos, mazurcas y/o plenas jibaras. Un ejemplo de ello es lo que le pasaba a Maso Rivera que le pagaban con guineos verdes. ¿Hasta cuándo vamos a aprender a valorar lo nuestro?

Cuando Ladi, emigra a San Juan, ya se le reconocía como un cuatrista de envergadura, lo que le permitió participar en el programa radial Industrias Nativas. Ahí conoce a grandes figuras de la música Típica puertorriqueña, como a don Felipe Rosario Goyco, mejor conocido por don Felo, excelente compositor y guitarrista, y una de las más famosas segundas voces del país de aquellos tiempos, y a Ernestico Leocadio Vizcarrondo, entre otros. Junto a don Felo y Claudio Ferrer formó el conjunto Aurora.

Inmediatamente después de presentar el cuatro en la radio;  comenzó a grabar la música de los más ilustres compositores del país y sus propias creaciones musicales. Su danza más conocida, Amor Perdido, fue cantada el tiempo de “bolero” y grabada por Pablo Rodríguez Lozada, mejor conocido como Tito Rodríguez, el inmortal bolerista puertorriqueño. Ladislao Martínez Otero, escribió más de cuatrocientas composiciones entre boleros, danzas, guarachas, rocks, zambas criollas, polkas y pasillos.


Ladí, quien vivió 16 años en Nueva York (1849-1965), contribuyó a difundir la música puertorriqueña en la Gran Urbe. Fue  autor de mazurcas, boleros y danzas, y fue responsable de la fusión de la mazurca, lo que motivó a otros cuatristas a componer este tipo de música. Su creación Aurora es una de sus obras más conocidas. Ladí acompañó a La Calandria, a Natalia y a muchas otras estrellas de la música criolla.

A finales de la década de 1930  y al comenzar la década del año 1940,  Ladi forma el Conjunto Típico Ladí con Sarrail Archilla en el cuatro y Apolo Ocasio en guitarra. En este grupo cantaron Feliz Castrillón y Jesús Sánchez  alias  "Chuíto el de Bayamón". Hasta el gran Ramito llegó a cantar con este grupo de Ladi, haciendo su primera grabación de su carrera con ellos en 1939. También cantó “Chuito el de Cayey”, que no era de Cayey na’ era de Jayuya. Quizás haya una que otra canción de Chuito el de Cayey grabada con el Conjunto Ladi, pero si la hay, no lo sabemos, solo sabemos que Chuito el de Cayey, por si solo no llego a grabar un solo L.P.
¡El pueblo que no conoce su historia es como el individuo que nace ciego y no llegar a conocer nunca la luz!

Edwin Otero Otero
Ponce

Créditos:
Fundación para la Cultura Popular
Proyecto Escolar
Edwin Otero Otero

La Sra. Fany M. Avila Fereira colaboro con la edición de este articulo