Nieves Quintero
Manuel Quintero
Maldonado, es Nieves Quintero. Él utilizó los dos apellidos de su padre para
darse a conocer y darle reconocimiento a su progenitor, porque según él, “el bravo”
en el instrumento, era su padre, cuando
él era solo un niño. Nació el 18 de abril de 1931 en el pueblo de Corozal,
Puerto Rico. Aprendió a tocar el instrumento mirando a su padre tocar. Cuando
este soltaba el cuatro, él lo cogía y lo acariciaba como queriendo sacarle música.
Así poco a poco fue sacándole tonos y perfeccionándose en el instrumento. A los
ocho años ya era todo un músico del cuatro. El salió tocándolo por su propia
cuenta, no tuvo maestro ni instructor que le diera clases. Él solito mirando a
su papa tocar el cuatro fue recordando como él movía las manos en el diapasón
y ejecutaba los mismos movimientos
cuando se encontraba solo. Hoy por hoy es uno de los maestros del cuatro más
puro y nítido de los maestros cuatristas
que han pasado por Puerto Rico, y me refiero a los maestros Ladislao Martínez,
Yomo Toro, Masso Rivera y Nieves Quintero. Todos ellos son clase aparte, “la
crema de la crema en el cuatro”.
Manuel Quintero
Maldonado, ejecutaba el sonido del
cuatro y era una obra de arte, pues era un sonido fino y puro lo que escuchábamos.
Cuando ejecutaba música típica, él se mantenía fiel a las notas que tocaba sin
salirse de lo que tocaba y no
improvisaba otras notas. Su ejecutoria en el cuatro era diáfana y clara.
Cuando tocaba la guitarra le gustaba
improvisar y hacia injertos del “jazz americano con la música boricua”. Algo
así como lo que hace Pedrito Guzmán alias “King Cabra” con su “El Jibaro Jazz”.
Nieves Quintero, junto al maestro Ladí
son los cuatristas más finos y puros en sus ejecutorias que he escuchado.
Según sus propias
palabras “Esto me costó mucho trabajo a mí. El
proceso <de aprendizaje>, imagínate, sí. Para ese tiempo había que
demostrar que uno era bueno. Si... pasé ciertas amarguras, pero que después eso
se recompensó. Pero cuando ya me empezaron a conocer, y supieron lo que yo era
en el instrumento... llegué a ser, gracias a Dios, lo que hoy en día soy.
Su primer acompañamiento como músico con un artista
fue a los 17 años, con Ramito “Sucede que yo tenía un grupito en Corozal que
se llamaba el Conjunto Ideal. Entonces estábamos tocando un baile en Río
Piedras y cuando salimos entramos en Juan Domingo, que era la Famosa Lechonera
de Juan Román, a comer. Entonces, ahí llego Ramito. Entonces …….Ramito, como en
ese tiempo, pues, imagínate...un nombre que tenía! Nos vio, y andábamos con los
instrumentos... y, me dijo, "me
quieres acompañar en la guitarra?" "Si, cómo no." Bueno, de ahí,
lo acompañé en la guitarra y me dijo, "mañana te voy a buscar a Corozal a
ti." Yo le dije, "no, pues si es que yo estoy estudiando, yo no
puedo." Esto fue para el '48. Y entonces... "no, no, mañana yo te voy
a buscar, yo te necesito, pa' que trabajes conmigo. Y así fue. Fue a hablar con
mis papas, y me sacó de la escuela. Yo tenía dieciséis años. Entonces de ahí,
pues seguí trabajando con Ramito”.
“Yo
soy purista en cuanto a la música tradicional. Siempre y cuando que tenga la
entrada, de alguien que quiera darla a conocer. Para que así llegue al sentido
del pueblo, de lo que es, y de lo que tenemos.” Nieves Quintero ha acompañado a Odilio
González en el cuatro, también a José Miguel Class, cuando cantaba música
jibara, a Ramito, Germán Rosario, Ernestina Reyes (La Calandria), Luz Selenia
Tirado, Ruth Fernández, Tito Puente, Charlie Palmieri, “Crazy Joe”, Claudio
Ferrer, Manuel Jiménez Canario…. y a cuanto cantante de música jibara ha
salido, Nieves Quintero los acompaño al cuatro. Incursiono en el “Jazz”
americano, pero fue con guitarras, primero que Yomo Toro.
Hubo
un tiempo en los años 60’s en que el
cuatro no sonaba, La música nuestra fue perdiendo interés en las emisoras, era
el tiempo de la “veda jibara”. No se escuchaba ni en los campos, era todo
merengue. . “Yo estaba en Nueva York,
estuve treinta años allí. Pero según comentarios, que <en Puerto Rico
durante ese tiempo> no querían pasar la música típica... las estaciones no
querían tocarla, y eso decayó mucho. El cuatro se estaba usando para otra
música, y nada más que cuando venía el tiempo de las Crismas... lo ponían un
mes nada más”. “Si. El cuatro va en muy buena dirección. Yo creo que el cuatro
solamente en lo americano... de hecho ya los americanos... ahí están lleno de
los que tocan cuatros ya. En Hawái, por ejemplo, hay filipinos tocando cuatros,
filipinos-puertorriqueños! La música toda es bonita, y toda tiene su mérito, me
encanta, y de hecho a mí la música americana me encanta. Pero el cuatro va,
<olvídate! El público ya donde quiera pide un cuatro y ya lo reconoce.
Ayudó a
desarrollar la danza en el cuatro, la
mazurca y trabajo con joropos mexicanos y el bambuco. No se le ha hecho reconocimiento
por su trabajo musical, muy a pesar del “bum” de jóvenes cuatristas que salen a
diario a la calle y a los medios televisivos.
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional para la
Cultura Popular
Entrevista con Nieves
Quintero
Edición : Sra. Fany M.
Ávila Fereira