Placido Acevedo
Plácido
Acevedo
Plácido Acevedo fue un humilde jibarito que nació en
Aguadilla, Puerto Rico, un 6 de junio de 1904. Fue un extraordinario músico que
se hizo famoso gracias a su perseverancia y su empeño en querer ser músico. Él tocaba la flauta que su padre le regaló y aprendió por su tenacidad y empeño, también
aprendió a tocar la trompeta. Cuando
supo que dominaba ambos instrumentos se fue a probar suerte a la meca de los
Boricuas, Nueva York. Allí se desarrolló como músico y compositor con la interacción con los
músicos puertorriqueños que conocía.
Como
músico, hemos dicho anteriormente, que sus instrumentos principales fueron la
flauta y la trompeta. Y como compositor, sus composiciones tenían su propio
estilo y sus temas eran “novelescos”, Un ejemplo de ello fueron sus obras:
“Boda Gris”, “Por seguir tus huellas”, “Cabellera blanca”, “Comedia”, “Cual Mágica Visión”, “Amargas mi existencia”, “Santuario
Sagrado”, “Tus besos me hicieron Tanto daño”, “El Zorzal”, que fue un éxito que todos en su época la
cantaban. También compuso, “Hiéreme sin compasión”, “El Flamboyán”, “Tu castigo
será grande” “Madrigal” “Mi jaragual’ y “Pobre bardo”. Su estilo era único.
Fundó
en la ciudad de Nueva York al “Cuarteto Mayarí”, en honor a una ciudad que visitó cuando viajó a Cuba. La influencia de esa ciudad le llevó a ponerle el nombre a su cuarteto Mayarí, y a escribir una melodía. Durante ese viaje escribió
la composición: “El Eco y el Carretero”, pero esa composición está en entredicho, porque un cubano alega que la
composición le pertenece al cubano Paul
Márquez.
Yo me crie en un ambiente de un barrio que era tradicionalmente musical. Me despertaba y levantaban los radios del vecindario transmitiendo música. Los locutores decían comentarios e identificaban en sus programas radiales de música, el nombre de la canción y su autor o compositor y alguna que otra anécdota de la canción. En ese ambiente me crié y ese es el resultado y el beneficio que ustedes obtienen de esa educación colectiva de mi barrio Clausells, y la información que tengo registrada en mi subconsciente de toda la vida es que el compositor de “El Eco y el Carretero” lo fue Plácido Acevedo.
Yo me crie en un ambiente de un barrio que era tradicionalmente musical. Me despertaba y levantaban los radios del vecindario transmitiendo música. Los locutores decían comentarios e identificaban en sus programas radiales de música, el nombre de la canción y su autor o compositor y alguna que otra anécdota de la canción. En ese ambiente me crié y ese es el resultado y el beneficio que ustedes obtienen de esa educación colectiva de mi barrio Clausells, y la información que tengo registrada en mi subconsciente de toda la vida es que el compositor de “El Eco y el Carretero” lo fue Plácido Acevedo.
Para resolver la controversia de ese problema Habria que ver si los cubanos dicen "bacalao" o bacalado. habría que ver como le dicen al ñame y a la yautia los cubanos. Porque en Puerto Rico decimos bacalalao, nunca "bacalado".
Esa
controversia me recuerda la controversia que hubo en la década del 1950 con la
canción “Guajira” de Rafael Hernández, donde otro cubano reclamaba su autoría,
pero Rafael Hernández, atajó
al “compositor” con el borrador (manuscrito) de la canción y se resolvió el problema. Lo
mismo ocurrió con la canción de Don Benito de Jesús, titulada “Nuestro
Juramento”, por un peruano y Don Benito de Jesús, estando en vida calmó los reclamos.
Pero
en el caso de de Don Placido Acevedo, esperaron a que muriera para reclamar la autoría
de un bella canción.
Mi Jaragual
Autor: Placido Acevedo
Canta Ismael Rivera
Amigo no presto mi caballo
Ni a medias quiero sembrar maíz
Yo quiero una empalizada
Mi gallina con su gallo
Mi hermano con mi cuñada y yo con mi amor feliz
Yo dueño de mi jaragual me siento
Cantándole mi canción al viento
Un cacique patriarcal, viendo mi perro guardar
A mi tesoro y mi mujer que inmenso
Yo dueño de mi jaragual me siento
Cantándole mi canción al viento
Un cacique patriarcal, viendo mi perro guardar
A mi tesoro y mi mujer que inmenso
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
En la Cordillera central yo tendré mi tala y mi buey
Y en mi bohío me sentiré como si yo fuera el rey Maelo
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
Oye pero que allí tendré mi caballo, y ron de la tierra para beber
Cantando mi canción al viento y a Gladis que es mi mujer y Pepe que es mi perro
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
Como Puerto Rico es mío, yo se que allí yo me sentiré bien
Cantando mi canción al viento, a mi finca y mi mujer, pero que inmenso
Ni a medias quiero sembrar maíz
Yo quiero una empalizada
Mi gallina con su gallo
Mi hermano con mi cuñada y yo con mi amor feliz
Yo dueño de mi jaragual me siento
Cantándole mi canción al viento
Un cacique patriarcal, viendo mi perro guardar
A mi tesoro y mi mujer que inmenso
Yo dueño de mi jaragual me siento
Cantándole mi canción al viento
Un cacique patriarcal, viendo mi perro guardar
A mi tesoro y mi mujer que inmenso
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
En la Cordillera central yo tendré mi tala y mi buey
Y en mi bohío me sentiré como si yo fuera el rey Maelo
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
Oye pero que allí tendré mi caballo, y ron de la tierra para beber
Cantando mi canción al viento y a Gladis que es mi mujer y Pepe que es mi perro
(que inmenso, que inmenso, ser el dueño de la finca y la mujer)
Como Puerto Rico es mío, yo se que allí yo me sentiré bien
Cantando mi canción al viento, a mi finca y mi mujer, pero que inmenso
………………………………………………………………….
La canción fue cantada por muchos
interpretes, pero los mejores que la han cantado fueron Ismael Rivera y
Gilberto Monroig. Recomendar a otros intérpretes, no me arriesgo porque estos
dos que he mencionado le pusieron todo su corazón a la canción. Pero para los
gustos los colores..,
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional para la
Cultura Popular
Edwin Otero Otero