Chucho Avellanet


Armando Hipólito, Avellanet González, no es otro que el famoso cantante puertorriqueño, Chucho Avellanet. Nació en la ciudad de Mayagüez, Puerto Rico, el 13 de agosto de 1941, pero es descendiente de emigrantes italianos y catalanes.  Su vena artística le viene de un tío catalán llamado Adolfo Avellanet, que cantaba  “Milongas” Y cantaba boleros  con tríos. Hizo sus pininos como cantatante  con el “Trio Los Duendes”. Sirvió dos años al ejército de los Estados Unidos, cuando era obligatorio. A su salida del ejército, estudió solfeo y clases de canto con la soprano puertorriqueña Rina Toledo. De esa experiencia, cuando estuvo listo, fue “descubierto” como cantante por el cubano empresario Gaspar Pumarejo, quien le dio oportunidad de cantar en su programa de televisión. También, Mirta Silva le brindó la oportunidad de cantar y hacer comedia simultáneamente en su programa.

 Chucho Avellanet, a la misma vez que cantaba se desarrollaba como “Cómico”. Menos mal que tuvo éxito como cantante, pues como comediante hubiera muerto del hambre. Su primer éxito musical lo fue cuando cantó en Telemundo, en “El Show de las 12” el éxito “Magia Blanca”. Luego vinieron los éxitos  “Jamás te olvidare”, “Beatriz”, “Aquel amor”, “Fugitiva” ”Mil violines’’, ”Se acabó’’, “Ya no existe el amor”, “La primera novia’’, “Si yo fuera rico’’, “Manolo”, “Canta muchachita”, “Love Story”, “Por ti”, “Qué mal amada estás”, “Será varón, será mujer’’, “Hoy me recuerdas’’, “Se me secó la piel’’, “Abeja reina’’, fueron algunos de los éxitos que recorrieron la América Latina completa junto a las comunidades hispanas y americanas de los Estados Unidos ya que perteneció al sello “United Artists” con quienes produjo más de quince grabaciones de larga duración (L.P’S).

El segmento de “La Nueva Ola” que producía Paquito Cordero y dirigía Alfred D. Herger, destacaba mas la figura masculina de Chucho Avellanet y en la figura femenina era Lucecita Benítez quien destacó más, mucho más que Chucho Avellanet. Pero como existen los “estereotipos”, fueron discriminando contra ella por el color de su piel.

A principio de los anos 60’s llego una cubana desde el Perú, era hija del matrimonio Tony Álvarez y Olga Chorens. Su físico era perfecto para el estereotipo de una joven gringa y así la lanzaron al estrellato para hacerle competencia a Lucecita Benítez. El romance que venían sustentando y alimentando  entre Lucecita y Chucho Avellanet se vino al piso pues Chucho se enamoró de Lissette. El romance entre ellos terminó en boda, no sin antes crear conflictos entre la fanaticada de Lucecita Benítez, quienes se sintieron traicionados por Lissette y por Chucho, y amenazaron con hacerle daño a Lissette. El matrimonio no duró mucho. Luego del divorcio, Chucho se casó con la venezolana Marisela Berti.

En una presentación artística que tuvo Chucho Avellanet en Venezuela conoció a Marisela Berti. Éste le prometió a Berti, que si se casaba con él,  la traería a Puerto Rico y le ayudaría en su carrera artística a conseguir más fama. Ante esa promesa Marisela Berti se casó con Chucho y él se la trajo a Puerto Rico, pero no pudo cumplir su promesa de realzar su estrellato, y luego de varios intentos de alcanzar la fama, regresa a Venezuela con la promesa de ayudar a Chucho a conseguir trabajo y destaque de su carrera de cantante. Chucho lo intentó y no tuvo el éxito esperado, debido a eso sus finanzas fueron decreciendo y se endeudó con el fisco venezolano, a tal grado que estaba como preso en Venezuela. Marisela no lo ayudó porque le recordó su promesa de destacarla en su carrera en Puerto Rico y no lo hizo. Chucho no podía ni debía salir de Venezuela sin antes cancelar las deudas con el fisco.



En Puerto Rico, Lucecita Benítez y Lissette Álvarez organizaron un concierto para recaudar fondos y saldar las deudas que Chucho Avellanet contrajo en Venezuela. Ellas fueron bien claras y especificas, indicando que los recaudos del concierto iban dirigidos a pagar las deudas de Chucho Avellanet en Venezuela y traerlo a Puerto Rico. Hubo personas que donaron dinero y luego apoyaron el concierto. El concierto se llamo “Háblame de  él, El Encuentro”. El encuentro fue un total éxito, el público puertorriqueño respondió al llamado de Lucecita Benítez y Lissette Álvarez. El concierto está grabado y es pieza de colección para los amantes de la buena música.
Chucho logro llegar a Puerto Rico y fue recibido por una entusiasta manifestación de apoyo a su persona. Retornó a la televisión y le regresaron su show. Ha tenido éxitos con su programa y sigue siendo bien querido.

Edwin Otero Otero
Ponce

Créditos:
Fundación Nacional para la Cultura Popular
Edwin Otero Otero

Colaboró en la edición de esta reseña:
Sra. Fany M. Ávila Fereira