José Pablo González Maldonado
José
Pablo González Maldonado es nuestro popularmente conocido Cheíto González. También se le conoció con el apodo de “El Jilguero de Arecibo”. Nació el 21 de enero
de 1935 y falleció a la edad de 27 años, el 10 de
diciembre de 1962 en el estado de Chicago Illinois. Cheíto González fue un fenómeno musical, un auto didacta
que aprendió a tocar la guitarra a los 8 años. Para perfeccionar su estilo en el canto y la
guitarra, recibió la ayuda y consejos de Evangelista "Vangelo"
Colón, prominente músico de la región
de Arecibo, al tiempo que participaba de un concurso de canto en la emisora
Wkvm de Arecibo. Podemos decir que aprendió
a cantar sin maestros de solfeo. Cheíto fue un músico, cantante y compositor puertorriqueño que hizo brillar la estrella de nuestra bandera en México,
Venezuela, Cuba, Colombia, Chile, Republica Dominicana, Costa Rica y Panamá.
Cheíto González Maldonado ha recibido muy poco
reconocimiento de sus compatriotas, a pesar que Danny Rivera, grabó dos discos Lp,s a manera de homenaje a su reconocimiento, y
de que hay una sociedad de Cheístas
que se reúnen todos los años
en Arecibo para conmemorar su natalicio. Es muy poco conocido, y su música no
se escucha en la radio. Tampoco existe una calle o un edificio que lleve su
nombre.
Quizás
esta dejadez se deba a la ignorancia y corta visión que tienen los gobiernos o
administraciones que han gobernado a Puerto Rico; pues miran la adicción a las
sustancias controladas, con la visión de
castigo y no como una enfermedad que crea su sistema de gobierno. Los problemas
sociales se deben atajar con la visión “como los problemas que crea nuestro
sistema económico social de gobierno”.
Cheito
González dejó un
legado musical, que es difícil de igualar. Buscando ser reconocido viajó a la “Meca” de la música latina, Nueva York. Allí
grabó su
primer sencillo “Egoísmo”. Grabó
música con los mejores guitarristas y los mejores músicos de su época. Cantó con los mejores, e hizo tríos con Chago Alvarado, María
Esther Pérez Félix,
Nydia Souffrón (su
esposa) y dejó una colección
de discos grabados de alta calidad musical. Casi siempre grabó con el reconocido compositor Pepito Lacomba al
piano o a la guitarra. Durante los años 1949 y 1950 cantó como solista y pasó a
formar parte del Dúo Sovenir junto a Áurea Esther Vázquez. Más tarde pasó a
formar parte del Trío América, con Ángel Robles y Ángel Serrano. Escuchar
su música es un banquete musical y un deleite para el oído.
Grabó con su
compatriota Rey
Arroyo, dando vida al original Trío Santurce, que quedó completado por el
requintista y tercera voz Johnny Félix. Más tarde, entre 1952 y 1953, Cheíto
reemplazó a otro arecibeño, Paquitín Soto, como primera voz del trío Los Murcianos, de los hermanos Máximo y Gelín Torres. Entre
1953 y 1954 pasó a formar parte del trío de Johnny Rodríguez como segunda voz y
junto a Máximo, guitarrista y tercera voz. A este último ciclo pertenecen
canciones como "Chubasco", "Dos traiciones", "Que te
perdone Dios" y "Yo no soy feliz" (originales de Johnny),
"Dos campanadas" (de Perín Vázquez) y "Adulterio" (de
Máximo, con letra de Ana Olivo).
Cheíto
González era bien parecido, todo un galán y gustaba vestir su ropa de “Club Man”,
bien elegante, por ello llegó a ser un
mujeriego, pese a que su esposa lo celaba hasta de su propia sombra, y pese a
que le faltaba un ojo. Lo perdió cuando era niño jugando villaranda, Es por eso
que no hay fotos de él, no se dejaba
retratar. Pero aun así el tipo era un “Galán”. Tuvo un amor que lo llevo a la adicción
y la adicción lo llevo a la tumba.
Sus
éxitos más sonados fueron “Entre las Sombra”, “Regálame esta Noche” de Alfredo
Sadel, “Las Perlas de tu boca” de E.
Crenet, “El sobre vacio” de Miguel de Jesús, “Me marcharé llorando” de Miguel
Amadeo, “Tiempo Perdido” de Gilber Mamery, El mayor de todos sus éxitos fue un tango que cantaba Carlos Gardel llamado
“Cristal” de Mariano Mores.
Cristal
Tengo
el corazón hecho pedazos
Rota mi emoción en este día
Noches y más noches
Sin descanso
Y esta desazón del alma mía En 1958, Cheíto González marchó a Ciudad de México, formando junto a los gemelos Gilberto y Raúl Puente el trío Los Tres Reyes, el cual se encontraba afiliado al sello RCA Víctor. Juntos grabaron un álbum, considerado un clásico por la crítica, al contener boleros muy reconocidos como "Allá tú" y "Ya no estás" (de Álvaro Carrillo), "El espejo" (de Héctor Flores Osuna), "El último minuto" (de Federico Baena), "Escríbeme" (de Guillermo Castillo Bustamente), "Todo igual" (de Alberto Videz), "Un mes" (de Bobby Capó) y "Ya no te acuerdas de mí" (de Roberto López Gali).
Rota mi emoción en este día
Noches y más noches
Sin descanso
Y esta desazón del alma mía
Su vinculación a Los Tres Reyes se prolongó hasta finales de 1959, momento en que vuelve a Puerto Rico, estableciéndose durante algún tiempo en su Arecibo natal. Aquí estableció la tercera y última versión del Trío Casino de Santurce, teniendo como acompañantes a Balseiro y al mayagüezano Charlie López (requintista y tercera voz). A lo largo de 1960 recorrió todo el país actuando en espectáculos de las Fiestas Patronales auspiciados por la Cervecería India y apareciendo en el programa "Telefiesta de la tarde" en el canal 4. Regresa a Nueva York en 1961 y ofrece varios conciertos con José Luis Colón y Charlie López quienes fueron sus últimos acompañantes. Luego va a cumplir contrato a la ciudad de Chicago, y terminando su concierto fue encontrado en un automóvil muerto víctima de una sobre dosis de heroína..
¿Cuántos, cuantos años han pasado?
Grises mis cabellos y mi vida
Loco, casi muerto, destrozado
Con mi espíritu amarrado
a nuestra juventud
Grises mis cabellos y mi vida
Loco, casi muerto, destrozado
Con mi espíritu amarrado
a nuestra juventud
Más frágil que el cristal
Fue tu amor para mi
Cristal tu corazón
Tú mirar, tú reír
Fue tu amor para mi
Cristal tu corazón
Tú mirar, tú reír
Tus sueños y mi voz
Y nuestra timidez
Temblando suavemente en tu balcón
Y Ahora solo se
Que todo se perdió
la tarde de tu ausencia
Y nuestra timidez
Temblando suavemente en tu balcón
Y Ahora solo se
Que todo se perdió
la tarde de tu ausencia
Ya nunca volverás
Los sé bien
Nunca más
Tal vez me esperarás
Junto a Dios
Más allá
Los sé bien
Nunca más
Tal vez me esperarás
Junto a Dios
Más allá
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Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional Para
la Cultura Popular
Colaboro en la edición de este articulo y corrección de ortografía
La Sra. Fany M. Avila
Fereira