Julia de Burgos
Julia
Constancia Burgos García, nació en el pueblo de Carolina,
Puerto Rico, el 17 de febrero de 1914.
Fue conocida como Julia de Burgos. Entre esta poeta y Sylvia Rexach hay muchas similitudes.
Julia de Burgos murió de cáncer y alcoholizada con cirrosis hepática a la edad de 39 años y Sylvia también. Julia
tuvo tres amores y uno de ellos fue tormentoso, y Sylvia tuvo tres, aunque Jiménez
Grullón no fue mal tratante como William Reily, esposo de Sylvia Rexach, ella
se desvelaba por su amor no correspondido. Los amores de Julia de Burgos fueron
el puertorriqueño Rubén Rodríguez Beauchamp, el dominicano Juan
Isidro Jiménez Grullón, y el músico Armando Marín, con quien se casó por
segunda ocasión. Su gran amor fue el dominicano Isidro Jiménez Grullón. Julia
de Burgos fue feminista adelantada a su época, y Sylvia Rexach, también.
Es claro que Julia
De Burgos escribía poemas y Sylvia a principios de sus 14 años escribía poemas
que se convirtieron en canciones. Ambas eran escritoras inquietas, que amaban
trasmitir sus pensamientos y sus sentimientos. Cuando Julia De Burgos tenía 22 años,
Sylvia Rexach, tenía sus 14 años. Ya, para esa época, Julia de Burgos había escrito “Rio Grande de
Loiza” y Sylvia sus dos primeros poemas: “Di Corazón” y “Matiz de Amor”
Ambas son pilares
en nuestra historia musical y poética en su género literario. Los poemas de
Julia de Burgos, si se les ponen música, serian tan profundos como las
canciones de Sylvia. Ya establecidas las comparanzas vamos a los objetivos que
las hacen disimiles.
Puerto Rico ha dado
notables poetas como José De Diego, José Gautier Benítez, Luis Palés Matos,
Evaristo Rivera Chevremont, Juan Antonio Corretjer y Luis Llorens Torres. Se dice
que los mejores poetas del siglo XX fueron
Juan Antonio Corretjer y Luis Llorens Torres.
Yo difiero de esa
opinión, aunque no le resto méritos a Luis Llorens Torres, pues mi poema
preferido de él es “Valle de Collores”.
Entiendo que quienes dicen eso discriminan contra Julia de Burgos porque
fue “feminista, y nacionalista”. Al ser feminista fue blanco de los ataques
machistas de la sociedad de su época, que era predominantemente una sociedad
“elitista y “machista”. Por eso Julia de Burgos les dedicó el poema “A Julia de
Burgos” y se los reproduzco para que tengan una idea de su sensibilidad y alma
de poeta, donde demuestra que ella sabía que esa sociedad no la quería. Una sociedad que pretendía a
todas luces moldearla y encajonarla dentro de un estereotipo y modelo social,
donde ella no encajaba y no aprobaba. Es
por eso que no se dejó estigmatizar. Si ella hubiese aceptado
ese modelo, esa misma sociedad que la rechazo, la hubiera aceptado. Su reacción
a ese modelo al que la querían estigmatizar fue fuerte. Veamos el poema.
A
JULIA DE BURGOS
Ya las gentes murmuran que yo soy tu enemiga
porque dicen que en verso doy al mundo mi yo.
Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo; y el más
profundo abismo se tiende entre las dos.
Tú eres fría muñeca de mentira social,
y yo, viril destello de la humana verdad.
Tú, miel de cortesana hipocresías; yo no;
que en todos mis poemas desnudo el corazón.
Tú eres como tu mundo, egoísta;
yo no; que en todo me lo juego a ser lo que soy yo.
Tú eres sólo la grave señora señorona; yo no,
yo soy la vida, la fuerza, la mujer.
Tú eres de tu marido, de tu amo; yo no;
yo de nadie, o de todos, porque a todos, a
todos en mi limpio sentir y en mi pensar me doy.
Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no;
a mí me riza el viento, a mí me pinta el sol.
Tú eres dama casera, resignada, sumisa,
atada a los prejuicios de los hombres; yo no;
que yo soy Rocinante corriendo desbocado
olfateando horizontes de justicia de Dios.
Tú en ti misma no mandas;
a ti todos te mandan; en ti mandan tu esposo, tus
padres, tus parientes, el cura, el modista,
el teatro, el casino, el auto,
las alhajas, el banquete, el champán, el cielo
y el infierno, y el que dirán social.
En mí no, que en mí manda mi solo corazón,
mi solo pensamiento; quien manda en mí soy yo.
Tú, flor de aristocracia; y yo, la flor del pueblo.
Tú en ti lo tienes todo y a todos se
lo debes, mientras que yo, mi nada a nadie se la debo.
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
y yo, un uno en la cifra del divisor
social somos el duelo a muerte que se acerca fatal.
Cuando las multitudes corran alborotadas
dejando atrás cenizas de injusticias
quemadas, y cuando con la tea de las siete virtudes,
tras los siete pecados, corran las multitudes,
contra ti, y contra todo lo injusto
y lo inhumano, yo iré en medio de
ellas con la tea en la mano.
Ya las gentes murmuran que yo soy tu enemiga
porque dicen que en verso doy al mundo mi yo.
Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo; y el más
profundo abismo se tiende entre las dos.
Tú eres fría muñeca de mentira social,
y yo, viril destello de la humana verdad.
Tú, miel de cortesana hipocresías; yo no;
que en todos mis poemas desnudo el corazón.
Tú eres como tu mundo, egoísta;
yo no; que en todo me lo juego a ser lo que soy yo.
Tú eres sólo la grave señora señorona; yo no,
yo soy la vida, la fuerza, la mujer.
Tú eres de tu marido, de tu amo; yo no;
yo de nadie, o de todos, porque a todos, a
todos en mi limpio sentir y en mi pensar me doy.
Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no;
a mí me riza el viento, a mí me pinta el sol.
Tú eres dama casera, resignada, sumisa,
atada a los prejuicios de los hombres; yo no;
que yo soy Rocinante corriendo desbocado
olfateando horizontes de justicia de Dios.
Tú en ti misma no mandas;
a ti todos te mandan; en ti mandan tu esposo, tus
padres, tus parientes, el cura, el modista,
el teatro, el casino, el auto,
las alhajas, el banquete, el champán, el cielo
y el infierno, y el que dirán social.
En mí no, que en mí manda mi solo corazón,
mi solo pensamiento; quien manda en mí soy yo.
Tú, flor de aristocracia; y yo, la flor del pueblo.
Tú en ti lo tienes todo y a todos se
lo debes, mientras que yo, mi nada a nadie se la debo.
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
y yo, un uno en la cifra del divisor
social somos el duelo a muerte que se acerca fatal.
Cuando las multitudes corran alborotadas
dejando atrás cenizas de injusticias
quemadas, y cuando con la tea de las siete virtudes,
tras los siete pecados, corran las multitudes,
contra ti, y contra todo lo injusto
y lo inhumano, yo iré en medio de
ellas con la tea en la mano.
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Analicemos
a los dos poetas que supuestamente son mejores que Julia de Burgos.
Don
Juan Antonio Corretjer escribió “Andando de noche sola”, dicho poema, el poeta lo dedico a su esposa cuando ella lo
iba a ver de noche a la cárcel La
Princesa, de noche. En ese poema demuestra
su “machismo” y su inseguridad por los celos al saber que su esposa caminaba de
noche sola para irlo a ver a la cárcel. No pudiendo disimular escribió,
“Que
triste es una paloma cantando al oscurecer,
Más
triste es una mujer andando de noche sola”.
Triste para un
poeta-socialista declarado, que no admita el rol proselitistas de una mujer en
labores patriacidas.
Don Luis Llorens Torres en su
poema “Valle de Collores” el patricio Luis Llorens Torres, narra la historia de
un “Jibarito” que deja su lar nativo, para ir en pos del destello de las luces de
neón de la gran ciudad. Al cabo de un
tiempo desea poder revertir sus triunfos mayores en esa sociedad y volver en su
jaca baya por el mismo sendero que lo trajo a la ciudad.
Luis
Llorens Torres, aceptó el estigma que la sociedad le impuso, y ya en sus
postreros días alerta al “Jibaro” puertorriqueño sobre el sueño vano de correr
en pos de ilusiones y de destellos mayores y desea volver a Collores. Pareciera decirnos,……….. ¡Puertorriqueño, no te dejes deslumbrar por
las “marquesinas o luces de neón” vuelve a tus raíces, vuelve a tu lar!
Julia
de Burgos se proyectó al infinito con su “Rio Grande de Loiza” al decir que su
rio era el más grande de sus llantos isleños, si no fuera más grande el que de
ella salía para su esclavo pueblo.
Para
mi Julia de Burgos es nuestra primera
poetiza, pues ella enfatizó en esas
palabras los problemas sociales de su patria, la lucha de los obreros, el colonialismo de
Puerto Rico, pero también las muertes de todas las mujeres que son asesinadas
por sus parejas a causa del machismo. Julia de Burgo amó intensamente, pero
nunca de dejó golpear o maltratar por ningún hombre.
Para
Julia de Burgos en fecha de su natalicio número 105!! ¡Que en Paz Descanse!!
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional para la
Cultura Popular
Edwin Otero