Antonio
Paoli Marcano (El León de Ponce), nació en Ponce, Puerto Rico el 14 de abril de
1871. Hijo de la margariteña (Isla de Margarita, Venezuela) Doña Antonia
Marcano y Don Domingo Paoli Marcatentti,
un ciudadano Corso, radicado en Puerto Rico. Al ponceño, Antonio Paoli se le conoce como el primer puertorriqueño en alcanzar fama internacional
en el arte musical. Si, para su conocimiento, fue famoso primero que Daniel Santos, Bobby Capó, Tito Rodríguez,
Ricky Martin, Danny Rivera, Cheo Feliciano, Marck Antony y Chayanne.
Fue
un tenor conocido en la escala de Milán, y se le conoció con el apodo de “El
Rey De Tenores y Tenor de Reyes”. Se decía
por lo bajo entre sus seguidores, que “Enrico Caruso, era un (sorbeto) Pitillo”
cuando Paoli cantaba. Antonio Paoli tenía
que cantar a 10 pies de distancia, para no romper el carbón del micrófono.
Paoli
quedó huérfano de padre y madre a la edad de 12 años, y junto a su hermana
mayor y su hermano menor, se fueron a vivir a España, buscando un mejor futuro.
Ahora los latinos emigramos a Estados Unidos, pero antes se buscaba mejorar la situación
económica emigrando a España. Antonio Paoli estudió en la Escuela de Párvulos
guiado por el profesor Ramón Marín, y posteriormente descubrió su afinidad con
el canto durante el concierto que el tenor italiano Pietro Baccei presentó en
el Teatro La Perla de Ponce.
Amalia Paoli, quien se
destacaba entonces como cantante en Madrid, consiguió dos becas de estudio para
sus hermanos. Y así, en 1882, Antonio Paoli ingresó como estudiante en el Real
Monasterio del Escorial, con una beca de la Reina María Cristina de España. Una
segunda intervención de Amalia logra una nueva beca para que Antonio Paoli pudiera
educar su voz en Italia. Así, el tenor
dramático pasó de España a Italia en 1897, para perfeccionar su canto. Ese año
ingresó en la Academia de Canto La Scala de Milán. Y en 1899 Antonio Paoli
debutó en la Opera de París con la ópera Guillermo Tell de Antonio Rossini.
La fama de Antonio Paoli se extendió
en todo el continente europeo por su innegable talento interpretativo.
Gracias a ese talento le fue otorgado en
1900 el contrato para cantar en el Covent Garden de Londres. A su regreso a
Puerto Rico, Antonio Paoli tuvo que aclarar su origen y procedencia, pues se
alegaba que el negaba sus raíces. Una vez aclarada la situación, regresó a
Europa a continuar cosechando laureles para su amado Puerto Rico.
Cantó
en la ópera "Lohengrim", del compositor alemán Ricardo Wagner, así
como "Otelo" y "El trovador", del compositor italiano
Giussepe Verdi. Fue contratado para inaugurar el famoso Teatro Colón de Buenos
Aires. En 1904 cantó en San Petersburgo, Varsovia y Moscú. Recibió de manos del
Zar de Rusia la Cruz de San Mauricio. También fue condecorado por Carlos de
Braganza. Igualmente se presentó en Hungría, Bélgica, Egipto, Palestina y otros
países de Europa y Asia. En territorio de América cantó en Canadá, Estados
Unidos, Cuba, Haití, Chile, República Dominicana, Colombia, Argentina,
Venezuela y Brasil. En todos ellos fue aplaudido a delirar. Las multitudes de esos países le
aclamaron.
Los años
1907 a 1910 fueron de gloria para Puerto Rico, gracias a la voz y el talento de
Antonio Paoli. En 1907 grabó en acetato la ópera "Payaso" de Leoncavallo; la
primera ópera que se graba en su totalidad en formato de disco. Con ello
comienza una espléndida carrera como artista del fonógrafo, convirtiéndose así
en uno de los primeros cantantes de discos del mundo y sin duda, el primero de
Puerto Rico. En el verano de 1908 Antonio Paoli hizo una temporada en el gran Kursal de Ostente. En 1910 fue designado "Primo
Tenore" de la Scala de Milán. En 1912 vivió una de sus grandes hazañas
artísticas al cantar "Lohengrim" en el Teatro Imperial de Viena.
Allí, al finalizar su actuación, el emperador de Austria, Francisco José, en
cuyo honor se ofrecía la función, rompió protocolo y se puso de pie para
aplaudir al tenor puertorriqueño.
Al explotar la primera guerra mundial, Antonio
Paoli tuvo que regresar a Puerto Rico, pues ya éramos un territorio de Estados
Unidos y no podía permanecer en España. Su mercado de presentación se hizo más
chiquito. Intentó cantar en el Metropolitan Opera House, pero Enrico Caruso no
se lo permitió, ya que él era accionista
principal del Metropolitan Opera House.
Aunque en algunos escritos sobre el artista se
establece que entre él y Caruso había amistad, la rivalidad entre ambos se acentuó en París.
Cuentan que Caruso no fue aceptado en el Teatro de la Opera en la capital
francesa porque, alegaba el director de la institución que al italiano le
faltaba personalidad. En su lugar, el director propuso el reclutamiento de
Paoli, que era un hombre alto de presencia imponente. El boricua aprendió
francés en seis meses y triunfó en grande en sus presentaciones en suelo
parisino. Caruso sabía que si Paoli cantaba en el Metropolitan, sus
posibilidades de éxito cuando se volviera a presentar ante su propio público
iban a mermarle el aplauso.
Paoli,
quien era una persona desprendida, nunca toleró que sus amigos pasaran
necesidades. De hecho, cuando la crisis de la Primera Guerra Mundial había
estallado, Antonio Paoli ya había amasado unos dos millones de dólares como
fruto de su labor. Pero las malas inversiones y decisiones financieras,
hicieron que la fortuna se esfumara con rapidez. Enfrentándose a la miseria. Paoli tuvo que recurrir a la práctica
profesional del boxeo para poder reunir un nuevo capital que le permitiera
regresar a Europa.
Antonio
Paoli regresó a Puerto Rico en 1922 y se dedicó a la enseñanza del canto. Junto
a su hermana Amalia estableció una academia de canto para los nuevos talentos.
Más tarde se incorporó al elenco de la compañía de Alfredo Salvagio y
representó la ópera Otelo, en el Teatro Municipal de San Juan.
"El Rey de los Tenores"
falleció el 24 de agosto de 1946, víctima del cáncer. Aunque no procreó hijos,
le sobrevivió su segunda esposa, Adelaida Bonini, quien finalmente falleció a
la edad de 96 años en mayo de 1978.
A pesar de lo importante que fue
para Puerto Rico, no hay un edificio de importante envergadura como lo es el
Centro d Convenciones de San Juan, o el Centro de Convenciones de Ponce con su
nombre. Todos los edificios o centros importantes llevan por nombres personajes
controversiales de la vida pública de Puerto Rico, no importa si usted se opone
a que nombren figuras como Pedro Rosselló o Enrique Herminio Cintrón, que solo
representaron una facción de la población, como quiera ellos van a imponerse en
contra de nuestra voluntad. Insisto en que el Centro de Convenciones de Ponce, debió
llevar el nombre de Antonio Paoli, “El León de Ponce”, pues él nos represento a
todos los puertorriqueños.
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional para La Cultura Popular
Edwin Otero Otero