Ruth Fernández Cortada
Ruth Fernández
Cortada
Ruth Fernández Cortada, nació en Ponce, Puerto Rico el 23 de mayo de 1919, en el barrio Bélgica. Quedó
huérfana de madre a la edad de 6 años y junto a sus otras cuatro hermanas, fue amparada en la casa de su abuela, quien era
“médium-unidad” espiritista y por su casa desfilaba la crema y la nata de la alta
sociedad ponceña y puertorriqueña.
Ruth Fernández se entusiasmaba por los festivales
comunales que se daban en su natal barrio de Bélgica y San Antón, y aprendió a
tocar piano. El tiempo en que se crio Ruth, en Bélgica era el tiempo de “La
Bomba y La Plena”. Hizo sus estudios primarios,
secundarios y superiores en las escuelas públicas de Ponce. Allí
participaba de los programas culturales y educativos, y fue desarrollando sus
talentos como cantante.
A sus 14 años ya cantaba para las emisoras W.P.R.P. y
para W.P.A.B., de Ponce por cincuenta centavos al día. A los 16 años creó su
propio grupo de música y amenizaba bailes y actividades culturales. Se le
conoció en el mundo artístico como: ”La Negra de Ponce”. A la edad de 16 años,
“Mingo”, director de la Orquesta “Mingo y su Woopee Kids”, que era la orquesta
popular más famosa del momento, la
contrató para dar giras por toda la isla cantando y así fue haciendo fama.
Tenía que viajar en una guagua con 14 hombres adolecentes como ella, pero todos la
respetaban y la hacían respetar.
La historia de su trayectoria artística/musical es
parecida a la de Julita Ross, ya que ambas son contemporáneas y solo se llevan
dos meses y par de días de diferencias de nacidas. Julita Ross, canto para las
tropas estadounidenses, y Ruth también. La carrera musical de Julita Ross
comenzó en la escuela superior, y la de Ruth también. Pero, Ruth Fernández fue
la primera en muchas otras cosas.
Ruth Fernández fue la primera voz “contra alto” de
Puerto Rico, la primera mujer (negra o
blanca) en grabar un disco. Su primera grabación fue
para el sello Columbia. A raíz de la gran popularidad de este disco en 1941,
obtuvo su primer contrato para cantar en el Teatro Latino de Nueva York. Fue
allí donde el cantante y maestro de ceremonias, Héctor del Villar, se refirió a
ella con el mote que la habrían de conocer en adelante: "El Alma de Puerto
Rico Hecha Canción".
Ruth Fernández fue pionera en varios campos del arte: primera cantante
femenina en una orquesta puertorriqueña, viajando por toda la Isla en una
guagua con 14 músicos y el director; fue la primera intérprete de música
popular en ser contratada por el Metropolitan Opera House; la primera cantante
latina del género sentimental romántico en presentarse en los países
escandinavos; la primera en grabar con una orquesta norteamericana; así como la
primera cantante en ser electa al Senado de su país. Ha sido, además, pionera
en la lucha contra el discrimen racial. Lo había vivido en carne propia, particularmente
en sus comienzos. Cuando tenía nueve años y junto a otras cuatro jovencitas,
formaba parte de un grupo folclórico que ella misma organizó. Ella narró que
las invitaron a participar en un espectáculo y la maestra le dijo que no podía
ir porque era fuera de la escuela y su abuela no la dejaría ir. Más tarde se
enteró que la verdadera razón para no permitirle ir, era por el color de su
piel.
En una ocasión, siendo sólo una adolecente de tan solo
17 años; cuando cantaba para la Orquesta de Mingo y su Woopee kids, fue la
primera cantante negra puertorriqueña en
dar clases de dignidad gratis. Mingo le explicó antes de la presentación en
el Hotel
Condado Vanderbilt, que debería entrar por la cocina por ser “negra” y para no
incomodar a la audiencia que era de la
raza blanca. Al momento de la presentación, ella desfilo por el pasillo central
desde la entrada principal, hasta la tarima con su cabeza en alto y con toda su
dignidad al 100% sin sentirse inferior o menos que nadie. Los ojos atónitos de su
director musical, Mingo, no podían creer lo que estaban presenciando. Nada, que
el barrio Bélgica tenía una digna representante en la persona de Ruth Fernández.
Su voz, y su talento la llevaron a cantar para la estación de radio de la
CBS, en un programa transmitido de costa a costa en los Estados Unidos. Dio un
concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, con espectaculares reseñas en los
diarios neoyorquinos, y representó a Puerto Rico en casi todos los países de
América Latina y en muchos de Europa, incluyendo Italia, España y Francia. En
Noruega fue contratada por tres semanas y se quedó cuatro meses. En Cuba tenía
contrato para ir todos los años a cantar una temporada completa al Club
Tropicana. Así como, al Teatro América y la estación de radio CMQ. En Cuba
grabó la opereta "Cecilia Valdés", interpretando a la esclava Dolores
Santa Cruz con unos hermosos sones afroantillanos.
A su regreso de esa gira artística, se matriculó en la Universidad de
Puerto Rico, para estudiar leyes y trabajo social. Su alta estima y respeto por
la humanidad le llevaron a acuñar y hacer
suya la popular frase: “arriba
corazones”. Usaba esa frase para levantar el ánimo de los desamparados y los
que se sentían derrotados.
Se casó dos veces, y fue la primera esposa del famoso pelotero
ponceño Juan Guilbe, y la segunda ocasión fue con el cantante y compositor Tito
Henríquez.
Hizo a dúo con su segundo esposo, la mejor
interpretación de la canción “Venus” del ilustre compositor puertorriqueño
Rafael Hernández. Tito Henríquez hace una magistral segunda voz en esta canción
que lo coloca entre las primeras tres segundas voces de Puerto Rico y América
Latina.
Venus
Autor:
Rafael Hernández
Sentí las horas pasar, cierto fue
e impaciente las horas contaba.
Mi alma se desesperaba oh, dolor
En aquella triste soledad que sentí
Era toda mi ilusión, cierto fue,
contemplar de la Natura bella,
a Venus la más linda
estrella de amor, el astro de mi inspiración.
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Esta artista ponceña recibió los más altos honores, medallas y
reconocimientos de distintos gobiernos: En Panamá se le otorgó la Medalla Vasco
Núñez de Balboa; en Venezuela, la Orden Francisco Miranda; en Estados Unidos,
declaración del Día de Ruth Fernández en Washington, D.C.; Los Ángeles, Nueva
York y Puerto Rico, la Medalla del Quinto Centenario. Puerto Rico le rindió un
Doctorado Honoris Causa de la Universidad Mundial, y más de cinco Cemíes y
Agüeybanás. De todas las distinciones, la que más la llena es una partitura de
puño y letra que Don Pablo Casals inspirado en el amor que le tenía le dedicó
en 1963, "Ven a mí", canción que le dedicó. Su amor por ella duro
hasta su muerte.
Falleció el 9 de enero de 2012 en San Juan, Puerto Rico, por muerte séptica.
Ruth Fernández es, ¡!Orgullo
Boricua, y una puertorriqueña para la historia!!
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación Nacional para la cultura popular
Wikipedia
Edwin Otero Otero