Odilio González (El Jibarito de Lares)
Odilio González, nació en el pueblo del Grito, Lares,
Puerto Rico, en el seno de una familia numerosa, un día 5 de marzo de 1937.
Odilio hizo historia en Puerto Rico a la edad de 13 años, cuando compitió en un
concurso de trovadores en Arecibo, Puerto Rico, y ganó el primer lugar en la
competencia. Su peculiar estilo, y voz dejó a muchos impresionados positivamente.
Ese éxito lo llevó al programa televisivo Tribuna
del Arte de Don Rafael Quiñones Vidal. Todo Puerto Rico quedó maravillado
al escuchar aquel jovencito de 15 años cantado decimas puertorriqueñas, y de ahí en
adelante el público siguió aclamando su presencia en los programas radiales y
en la televisión. Sus primeros éxitos en la radio fueron un disco sencillo que grabó
con la compañía Discos Ansonia de 45
revoluciones, por un lado tenia “El vellón pegao” y “Ni de madera son buenas”,
una plena de Toñin Romero y el primero de Luz Celenia Tirado.
Su madrina artística, según el mismo ha dicho, lo fue la compositora y trovadora
puertorriqueña, Luz Celenia Tirado. Ella le escribió los doce números musicales
de su segundo Lp, que fue un “jitazo” en la década de los 50’s. Luz Celenia se
afincó como compositora con esos 12 éxitos, que se consagraron en la voz de
Odilio González. El Jibarito de
Lares, por ejemplo, le grabo a Luz Celenia Tirado muchas de las canciones que consolidarían su
categoría estelar: “Amor en pedazos”, “Cuando veas mi retrato”, “Residuos”, “Si
supieras” y el vals “Dos lazos” (1963); “Imploración”, “Ayúdame a olvidarte”,
“Con mi cariño”, “Que el mundo se entere”, “Por la radio”, “Quiero” y “Una
tercera persona”; los valses “Embriágame”, “Eres todo para mí”, “Raíces” y
“Recházame”; la criolla “Tinta negra”, el joropo “De mi brazo por la vida” y la
balada “Endúlzame la vida”.
Odilio
González, tiene su propio estilo para cantar el bolero con una mezcla de guaracha de forma Jibara, un estilo propio de
él, que nadie ha podido igualar. Ese
estilo él lo desarrolló desde que grabó “Celos Sin Motivos”. A “Celos sin Motivos” le siguieron muchos
otros éxitos, en forma de boleros, catapultándolo a nivel de ser un ídolo en
Republica Dominicana, Colombia, Ecuador y Venezuela.
En 1960, sus promotores quisieron sacar ventaja
monetaria de ese estilo de “bolero guaracha”, cuando procuraron establecer la
forma de bailar el bolero de Odilio González. La iglesia Católica y la clase
media puertorriqueña se opuso y criticó el estilo de bailar ese “bolero guaracha”,
y lo catalogó de vulgar. La clase media
dejó de auspiciar los chinchorros, y estos fueron desapareciendo. Es gracias a ese estilo muy propio de él, que
los dominicanos desarrollaron el estilo de la “Bachata”. Esta se desarrolló en
los chinchorros de Republica Dominicana, y no tuvo aceptación en Puerto Rico en
los salones de bailes renombrados. Tampoco Venezuela le dio auge. La “Bachata”
es un ritmo cadencioso y se baila pegado a la pareja, con una de las piernas
del hombre entre las dos piernas de la fémina, como si ambos hubiesen nacido
pegados por el cordón umbilical. Hoy día
los chinchorros abundan, y ha regresado la guaracha bolero de Odilio González.
Celos Sin Motivo
Autor:
Ismael Santiago
Tú
me celas sin razón
porque
no me has comprendido
ni
tampoco tú has sentido
las
penas del corazón.
Lo
que pasó entre los dos
oye bien lo que te digo
que
tú nunca me has creído
y
has dudado de mi amor.
Oye
nena de mi vida,
no
me celes sin razón,
mira
que esas son mentiras
que
destruyen nuestro amor.
Oye
muñequita linda,
prenda
de mi corazón,
eres
tú la preferida,
no
lo dudes dulce amor.
Calumnias,
odio y rencor,
marchitaron
nuestras vidas,
pudieron
más las mentiras
que
la verdad de mi amor.
No
le pongas atención al que te
Viene a contar, pues no tiene
corazón,
el que destruye un hogar.
Odilio, siempre
ha vendido muy bien sus discos, muy a pesar de la prohibición norte americana
en contra de la música campesina nuestra, cuando bloqueó las ondas radiales
para delimitar la “radio cubana” en 1959, y evitar así el mensaje
marxista-leninista que nos llegaba a través de las ondas radiales cubanas. Como
siempre ha vendido muy bien su música, muy a pesar de ese bloqueo, es por eso que
no comprendemos su empeño cuando se fue a México a grabar música ranchera. Eso fue una
fiebre que le dio a los trovadores puertorriqueños a principio de la década de
los 60’s. Incluyendo a Odilio González “El Jibarito de Lares”, José Miguel
Class “El Gallito de Manatí”, José Ortiz, Ángel Luis García (El Profesor que
Canta), La Chavela, entre otros. Yo sentía vergüenza al ver a nuestros
trovadores cantando música ranchera y vestidos de charros mexicanos. Gracias a
Dios que a Ramito, Don Chuito, Germán Rosario y a Andrés Jiménez, no les dio
con cantar música ranchera.
Hay que destacar que Luz Celenia Tirado, ni Ernestina
Reyes (La Calandria) nunca abandonaron la trova puertorriqueña, pero “La Chabela”
y José Miguel Class se llegaron a vestir hasta de mariachis mexicanos. Odilio González,
no se vistió de mariachi, pero grabó música de mariachi. Gracias a Dios, no
tuvo éxito, desistió de la idea y
regresó a cantar música de aquí. Así llego a ser ídolo de Venezuela cantando
música venezolana, y se radicó por un tiempo en
ese país sudamericano. Allí fue un ídolo de tal magnitud que los
venezolanos piensan todavía que él es venezolano. A Venezuela le dedicó un
disco de larga duración que tituló: “Odilio en Venezuela” en agradecimiento a
la acogida que los venezolanos le brindaron. Después de un tiempo Odilio,
regresó a Puerto Rico y vivió un tiempo en Lares, luego se fue a vivir al
Pueblo de Arecibo.
Luz Celenia Tirado, ha mantenido viva la trova
puertorriqueña con el “Proyecto del Cuatro” y de vez en cuando lo invita a sus
presentaciones, y hay que decir que Odilio es un gran trovador y un digno
representante de nuestra música campesina. Muy a pesar de haber sido “charro”
por un tiempo, los puertorriqueños le han vuelto a brindar su afecto y tal
parece que le perdonaron el despiste de querer ser mejicano y olvidarse de la decima puertorriqueña que
le dio tanto apoyo en sus comienzos. No ha vuelto a grabar música mexicana. El público puertorriqueño que lo admiraba le dio la espalda, no auspiciaba sus espectáculos abrumadoramente
en el Teatro Puerto Rico en Nueva York y
en Puerto Rico, pero no solamente Odilio González, aprendió la lección, también
José Miguel Class “El Gallito de Manatí, “La Chavela”, José Ortiz, y el Profesor
que Canta, quien murió joven. Yo fui uno de los miles puertorriqueños que
rompieron sus discos calladamente en protesta por la humillación de verlos
vestidos de charros y cantando música mexicana. Ellos todos aceptaron la
lección y regresaron a interpretar la música campesina. Esperemos que esos
nuevos trovadores que está formando Luz Celenia Tirado, aprendan algo de esa
lección y se miren en ese espejo de nuestros trovadores pasados. Odilio
González todavía tiene mucho que dar y mucho que aportar a la trova, esperemos
que así lo haga y nos siga brindando más
música jibara y lo mejor de él.
Edwin Otero Otero
Ponce
Créditos:
Fundación para La Cultura
Popular
Wikipedia
Edwin Otero Otero