Claudio Ferrer Cotto




CLAUDIO FERRER COTTO

Nació en el pueblo de Comerío, Puerto Rico, el 9 de septiembre de 1904, pero fue inscrito un año y diez días  después en el registro demográfico, el  19 de septiembre de 1905. Se crió en Bayamón Puerto Rico y ya en sus 31 años se radicó en Nueva York. Murió relativamente joven a la edad de 72 años, víctima de cáncer pancreático por su adicción al tabaquismo, que tuvo complicaciones cardiacas, el 31 de diciembre de 1979. Un dato curioso es que murió en el mismo cuarto del Hospital San Pablo en la habitación “C” justo  donde murió Don Chuito El de Bayamón, unos meses antes.
Músico autodidacta, compositor y cantante. Él, Tito Henríquez y Chago Alvarado conforman la triología de “Las Mejores tres Segundas Voces” que ha dado el Caribe Antillano. Grabó más de 600 canciones haciendo segunda voz para diferentes  cantantes de la Gran Urbe Neoyorquina. Tuvo mucha demanda su voz haciendo segunda voz.
Comenzó su trayectoria artística a la edad de 13 años,  cantando décimas, y a la edad de 22 años integró el Cuarteto Boricua de Ladislao Ladi, tocando güiro. Aprendió a tocar guitarra de “oído”, y al poco tiempo sustituyó a la primera guitarra del Cuarteto Boricua. Como músico integró los diferentes cuartetos: Cuarteto Marcano, Cuarteto Mayari, Cuarteto Flores y Sexteto Flores.
A sus 30 años en 1934, se estableció en Nueva York, grabó su voz en múltiples ocasiones como segunda voz para destacados solistas. El cubano Bienvenido Granda, fue uno de  entre ellos. Ya para entonces se había estrenado como compositor y fue reclutado por Johnny Rodríguez para conformar el Trío Borincano, cuyo principal guitarrista sería Pedro «Pellín» Boria Fuentes. Sólo permaneció un año en dicho grupo, pues se trasladó a Nueva York en 1935. Allá fue reclamado por Pedro «Piquito» Marcano (primera voz y maraquero) para crear el Trío Marcano junto al guitarrista Pepito Arvelo. Al año siguiente (1936), al incorporarse el trompetista Víctor «Vitín» Mercado, aquella trilogía se convirtió en el que sería el legendario Cuarteto Marcano. Durante su etapa en esta formación tuvo oportunidad de participar en numerosas grabaciones, las cuales fueron editadas por las etiquetas Decca y Columbia. En muchas de ellas, acompañando a otros intérpretes de la canción (solistas)
A su firma se acreditan muchas de las selecciones más representativas del grupo Marcano, aunque, paradójicamente, la mayoría estampadas en el acetato después de que él abandonara sus filas. Entre ellas, los boleros “Ayúdame” (1940); “Mis dos amores” (1941); “Bendita seas”, “Cielo antillano” y “De castigo” (1942); “Linda palomita” (1944); “Aunque me llores” (1946) y “Yo soy la ley” (1947); las guarachas: “A Cuba criolla” y “Dinero y mujer” (1940); “Linda campesina” (1943); “De todo un poco” y “Yo soy antillano” (1944), etc. También, el vals “Cumpleaños” (1940); “El aguinaldo de las flores” y “Parranda navideña”, que datan de principios de la década de 1940.
Compuso cerca de 600 canciones, y muchas de ellas preciosas. “El Santo Nombre de Jesús”, fue compuesta por él en el año 1941,  que primero alcanzó gran popularidad en voz de Chuito el de Bayamón (Mar-Vela, 1956). La cantidad de grabaciones que esta obra ha acumulado con el transcurrir del tiempo es inmensa. Pero, merecen resaltarse, entre ellas, las aportadas por Los Alegres de Hato Tejas (Gema, 1964); El Gran Combo en voz de Pellín Rodríguez (Gema, 1965); Daniel Santos (Fragoso, 1970); las pianistas Alba Rosa Castro (Fragoso, 1975) y Mercy Fernández (Borinquen, 1978); Los Alegres de Borinquen (Querube, 1998); Domingo Quiñones (RMM, 1999) y Orquesta de Cuerdas de Puerto Rico (OCPR, 2005).

El  Santo  Nombre  de  Jesús

Dios bendiga el Santo Nombre
De Jesús, que murió en la cruz,
Donde sufrió tanto. (bis)

Una linda estrella  alumbró el camino
a los peregrinos que fueron a ver
 a un Divino Ser que dio a luz María
 un hermoso día al amanecer.

CORO

 El Niño Jesús, según fue creciendo
 también fue adquiriendo destrezas  y virtud
 para darle luz a gente  sin conciencia
 y por recompensa murió en una Cruz.


CORO

 Lo sacrificaron despiadadamente 
también lo obligaron a llevar la cruz
y allí en el Calvario sufrió amargamente
Dios bendiga el Santo Nombre de Jesús.

 CORO

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Claudio Ferrer, también le escribió al campo de Comerío que lo vio nacer y escribió “A mi Puerto Rico”, y en la voz de Ernestina Reyes (La Calandria) se convirtió en un exitazo de los años 50’s, y para confirmar y dejar bien claro su ideal y su amor por Puerto Rico, escribió:

 Yo También soy Boricua

Yo También soy Boricua,
 yo también soy patriota
y al igual que mis hermanos
con fibras de mi alma, ansío
libertad, yo también soy boricua,
e idolatro y venero, aquel
jardín florido con sus bellos palmares
y su anchuroso mar, si esta de Dios
que un día, sea libre nuestra tierra,
¿Por qué regar su suelo con
Sangre  fratricida luchando un ideal?
Yo también soy Boricua, yo también
soy  patriota, pero si he de mancharme
con sangre de un  hermano,
no quiero libertad!

Este es el pensamiento de muchos puertorriqueños que quieren ver libre a su patria pero no quieren derramar la sangre de otros boricuas. Ellos están dispuestos a ir a defender la
llamada “democracia” de los Estados Unidos, democracia de la cual somos víctimas cuando nos imponen pagar aranceles a la marina comercial de los Estados Unidos, o cuando la ayuda de “F.E.M.A.” dura un año sin llegar a socorrer a los damnificados del Huracán María, muy a pesar de que a nosotros se nos cobra mucho por esa ayuda, porque esa ayuda  no es gratis.
Los puertorriqueños no queremos derramar sangre fratricida, pero matamos nuestras mujeres por celos, o por nuestras “incapacidad de satisfacerlas”. Muchos hombres se sienten impotentes ante el hecho de no poder satisfacer a sus compañeras, por eso usted ve las barras llenas de “caballeros” que ahogan sus penas en el alcohol, para alardear de lo machos que son. En Puerto Rico ya van 23 muertes este año de mujeres a manos de sus respectivas parejas. Para defender esta patria no hay hombres, pero para matar a sus compañeras hay muchos y después son tan cobardes que ellos mismos cometen suicidio.

Claudio Ferrer dejó un legado en su trabajo como compositor, dejó un legado en su trayectoria como segunda voz, mas aun como autodidacta de primera guitarra. Su legado nos debe inspirar a formar jóvenes músicos y compositores. El no tuvo quien lo ayudara, es nuestro deber sacar adelante a esos jóvenes que quieren salir adelante. En honor a él, se pueden nombrar entidades que ayuden a jóvenes a salir adelante.
¿Cuántos edificios, y/o calles han sido nombrados en su honor?
¿Qué hace el museo de la música de Ponce, para difundir su obra?

Edwin Otero Otero
Ponce

Créditos:
Fundación Nacional para La Cultura Popular
Edwin Otero Otero