Don Pedro Albizu Campos
No es fácil hablar de Don Pedro Albizu Campos sin que se levanten ronchas de las personas que suelen reaccionar sin escuchar o leer primero. Me ha pasado ya en otras ocasiones, y ya no quiero causar más disgustos a mi viejo y débil corazón. Es cierto que dije que esta columna era para discutir temas que nosotros como pueblo debemos resolver, pero este es uno de esos temas y no estoy hablando política. Más bien estaré hablando realidades que la gente, por temor a volver a vivir esas historias, le dan la espalda a la verdad. Pero la verdad, es como el sol, está ahí y no se puede tapar con un dedo de la mano. Incriminar a un individuo es fácil y es más fácil, cuando se tiene experiencia, cuando se tira la piedra y se esconde la mano.
La fecha de nacimiento de Don Pedro Albizu Campos es un misterio. Unos dicen que nació un 29 de junio de 1891, lo inscribieron y murió al par de días. Y otros dicen que fue un 12 de septiembre de 1891, en Ponce, Puerto Rico; y como ya habían inscrito a un hijo de nombre Pedro Albizu Campos nacido el 29 de junio; ni se molestaron en re inscribirlo.
No se pero eso a mí no me cuadra. Un niño tarda 9 meses en gestación, y sietemesino no pudo ser. Por eso les digo que hay un misterio sin resolver. Lo cierto es que fue un patriota puertorriqueño. Un consagrado luchador de causas nobles y justas, un defensor de los pobres y de los que no tenían nada. Un fogoso orador de muchas palabras cargadas de verdades que no se pueden ocultar. Su oratoria fue el muro de contención para detener los experimentos bioquímicos que se estaban realizando en Puerto Rico para las décadas 1940 y 1950. A parte de eso Don Pedro Albizu sufrió el exterminio de sus simpatizantes en lo que conocemos como “La Masacre de Ponce”.
Don Pedro, era un estudiante brillantísimo, graduado de Harvard University, no era una persona violenta. Fue acondicionado a serlo, con la matanza de La Masacre de Ponce, los experimentos anticonceptivos, y contraceptivos, fueron detonantes para su reacción al auto defensa que desarrollo con los cadetes de la republica, y la revuelta de Jayuya en 1950. Muchos hubiesen preferido que él hubiese imitado a Gandhi. Pero cada personaje histórico responde a las circunstancias históricas que les toca vivir. No soy juez ni quiero juzgarlo.
Su reacción a estos actos fue parecida a la reacción de un padre de familia que se ve obligado a defender su hogar ante el ultraje de invasores a su hogar en la noche oscura. Su actos de defensa, fueron lo que los norteamericanos utilizaron para decir que el líder nacionalista era un sujeto violento, que estaba loco y que era víctima de su propia inteligencia. En palabras sencillas “su inteligencia lo había vuelto loco”. Mientras tanto ellos continuaban con su macabro plan de exterminio contra los puertorriqueños, a mansalva. Prueba de esto es la utilización gas “Agente Naranja” que asperjó en avionetas sobres nuestros campos, y acabó con las siembras, obligando a nuestros jibaros a vender sus tierras a precio de quemazón y emigrar a los tomatales de New Jersey. También lo es la píldora anticonceptiva. Puerto Rico fue objeto de experimentos de esa píldora. El “Panadol”, “Cortar” y “Tylenol” donde primero se experimentaron fue aquí, en Puerto Rico. Los puertorriqueños somos conejillos de indias, para los norteamericanos.
Desprestigiaron al puertorriqueño nacionalista que levantó un muro de contención contra “el adoctrinamiento de los valores americanistas”, el hombre que plantó la semilla del nacionalismo, fue enjuiciado y re enjuiciado. En el primer juicio no le encontraron causa, pero en el segundo juicio, encontraron causa con un jurado seleccionado y escogido por ellos mismos. El abogado, de Pedro Albizu Campos, de nacionalidad italiana, Vito A. Marcantonio, declaró la farsa del juicio, pero igualmente fue sentenciado a prisión y torturado con emanaciones de rayos x. Cuando se quejó y dijo que tenía que ponerse toallas húmedas para contra restar la irradiación de los rayos, se le volvió a señalar con demencia, esta vez se dijeron que era demencia senil. Fue torturado por ser nacionalista.
Así, amigo, o amiga; cuando estés viendo un juego de baloncesto, pelota o viendo un buen boxeo y te sientas bien Boricua, acuérdate de Pedro Albizu Campos y recuerda que ese nacionalismo nos lo sembró él. Faltan solo cinco días para celebrar su natalicio en el barrio Tenerías en Ponce.
Edwin Otero Otero
Ponce
